El peor momento de la semana para mí siempre llega cuando el profesor de yoga nos hace una pregunta antes de la práctica. Un par de miércoles atrás, nos pidió que nos levantáramos y nos pusiéramos delante del espejo y entonces dijo, con cero vergüenza: «¿os conocéis de verdad? ¿Sí, no? Miraos bien. Tenéis que miraos cada día en el espejo». Y luego siguió con algo sobre los móviles y llevar siempre la cabeza gacha. A mí el asunto me pareció un poco incómodo porque no me gusta mirarme al espejo y porque no creo que mirándose al espejo una pueda llegar a conocerse de verdad. Ojalá fuera tan fácil y yo no fuese una persona una semana y otra la siguiente. Incluso ha habido veces que no me he reconocido en fotos, o no me he reconocido en algunas épocas en las que estaba muy alejada de lo que creo soy ahora. También he escrito cosas que después no recuerdo haber escrito. Y no sé si es el caso pero, por ejemplo, el domingo de la semana pasada estaba revisando algunos libros sobre asesinos en serie que tengo y saqué de la estantería uno sobre Dennis Rader (BTK). Enseguida vi que tenía pegado un marcador que suelo poner en las páginas cuando algo que leo me gusta –no subrayo, ya no soy ese tipo de persona– y no recordaba haberlo puesto ahí. Lo más inquietante del asunto es que en la primera página del libro estaba mi nombre escrito y, abajo, las sigas HC. Ni idea de quién pudo escribir eso o si se trata de una coincidencia y ya lo compré con mi nombre y las siglas, aunque recuerdo haberlo pillado online en una librería de Seattle.
Continué mirando el resto de libros y ninguno de ellos estaba anotado o con marcadores,1 pero me hizo gracia ver que, en esos repasos rápidos, siempre me detenía en alguna página o recorte de prensa escaneado que hablaba de la doble vida de los asesinos en serie. En el caso de Rader, compaginaba su faceta de asesino con su trabajo en el ayuntamiento de Park City (Kansas) y ayudando en la iglesia del pueblo (le pillaron después de 30 años porque envió un disquete a la policía que contenía metadatos del ordenador de la iglesia).

Otro libro que tengo es el de Robert K. Ressler, un tipo que fue agente del FBI durante veinte años y supervisor de la Unidad de Ciencias de la Conducta (se basaron en él para crear a uno de los personajes de la serie de David Fincher Mindhunter, RIP you’ll always be missed). El libro en cuestión se llama, traduzco literal, «He vivido dentro del monstruo» y en él aparece una foto suya de fan total con John Wayne Gacy y esta frase promocional que traduzco también: «Ressler conoce mejor que nadie la mente de un asesino.» Me gusta pensar que Thomas Harris –autor de El silencio de los corderos y al que Ressler asesoró para sus novelas–, se basó en el propio Ressler para crear al personaje de Will Graham, un policía que lucha a diario por tener una vida normal y no despertar ese instinto asesino que sabe que tiene (imagino que en la saga también es así, aunque no he leído ninguno de los libros y escribo pensando en las adaptaciones que ha tenido, especialmente en Manhunter de Michael Mann, mi peli favorita).

No pensé en todo esto delante del espejo del polideportivo municipal, pero sí me vino a la cabeza, un poco en plan chorra, la frase de Walt Whitman: «Yo soy inmenso… Y contengo multitudes». Porque si es así, ¿es posible conocerlas todas? ¿O es difícil porque a medida que crecemos vamos generando diferentes multitudes, diferentes formas de ser y de estar en el mundo? ¿Existe tal cosa como el verdadero yo? ¿Me podré conocer algún día de verdad y para siempre? ¿Sirven de algo estas clases de yoga?
Sea la que sea, siempre tuya,
Alba G. Mora.
Bloque publicitario: este fin de semana estaré en el Graf, un festival de cómic independiente y fanzines de Barcelona, con una mesita en la que colocaré todos los cómics del sello de cómic que llevo en la editorial Alpha Decay, incluido uno que acabamos de anunciar de Martina Sarritzu –y que es mi cosa favorita del mundo–, mi fanzine y ejemplares de Hairspray, la revista que coordina y edita mi amiga del alma Karla Paloma y que ganó hace poco un premio en Angoulême. Dentro del Graf, también estaré hablando el sábado a las 17h con Dash Shaw y Sergi Puyol sobre los cómics que acaban de publicar y que tienen un poco que ver con el tema del Substack de hoy. ¿Qué Alba seré entonces? Probablemente una completamente disociada, pero ven a comprobarlo de todas formas.

Los diseños de cubierta suelen ser alucinantes, el papel perfecto, el tono con el que están escritos también y la maquetación es algo que siempre me inspira. También me gusta ese pliego cutre de imágenes que algunos meten en el centro para ahorrarse costes de impresión. Leído uno, leídos todos, pero qué bonitos son.
Me ha encantado... muy feliz de saber que hay conocedores de Mindhunter por aquí. ¡Nos vemos en el GRAF!
"Hannibal Lecter" jajajaja qué gusto leerte